miércoles, 3 de junio de 2009

Amor francés

Atrapado en el laberinto
no encuentro la salida.
La puerta está cerrada,
la llave es la verdad.
Veo libertad en el sentir de los labios,
que ahora emanan miel.
Mientras tus ojos se incendian
con mi mirada
y se abre el acero que recubre la hombría.
Nace una flor en medio de la oscuridad,
de aspecto prohibido,
que emana un manantial
y tiene el fuego interno
del verano adolescente.
Una flor que solo crece en el infierno.
Crece la oscuridad y termina la agonía.
El río comienza a fluir,
el pensamiento se hace uno,
y se combina con el latido del corazón,
que deja de existir por un instante.
Tus ojos ya no me invitan a los sueños,
ahora viven la pesadilla junto a mi.
Resucitan mis labios otra vez,
pero ahora gritan gloria,
aunque se manchan con tu orgullo material.
“Los poemas suelen ser papel mojado”
y el cuerpo se humedece
con el sonido de la respiración,
pero a veces no se nota porque está callado
esconde en su mirada el alma encarcelada
en un río de miel prohibida y sangre.


Jonatan Aquino

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