jueves, 28 de mayo de 2009

Charla de té


Un hombre en París va a la Casa de Gobierno, recibe un millón de dólares, vuelve a su casa en Raims, se suicida.

- ¿Té, café, limonada?

- Té por favor, si tenes de frutilla mejor.

- No, tengo de limón o común.

- Común entonces.

- Enseguida. Yo voy a tomar uno con limón – A la nona Leca le encanta todo lo que sea con Limón. – Por que me encanta todo lo que sea con limón.

- ¡Hay no! A mi no me gusta para nada, de vez en cuando tomo alguno solo por que una vecina me comentó que es bueno para el dolor de cabeza.

- ¡Dolor de cabeza! A mi lo único que puede sacarme el dolor de cabeza es que todo este revuelto se termine. Parece un concierto con un pésimo director.

- Si, pero ayer hicieron algo para destacar, ¿te enteraste?

- No, ¿Qué cosa?

- ¿Viste la Mata Hari? La bailarina exótica tan conocida por su belleza que deslumbraba y pervertía a cualquier hombre fue arrestada por traición. Se acostaba con altos políticos y militares, seduciéndolos para que le cuenten entre las sabanas los secretos de estado y las estrategias a seguir para luego informarle a Alemania. Al parecer captaron un mensaje que decía que un agente alemán encubierto iría a París y extraería cierta cantidad de dinero de un banco. Ese agente era ella, Mata Hari. Hoy la fusilaron. Dicen que tuvieron que vendarle los ojos al pelotón para que no sucumbiera ante su belleza. De los catorce tiros solo cuatro acertaron y uno directo en el corazón. Antes de morir grito que la podían acusar de ramera, pero jamás de traición, y se despidió tirando un beso a la patrulla.

- ¡Muy bien hecho, por una loca así podemos terminar todos mal! Debemos estar agradecidas de poder estar tomando el té juntas aún…un día, quien sabe que pueda pasar…igual sinceramente, me vendría bastante bien algo así. Lo que me causó tanto dolor al mismo tiempo puede quitármelo en un suspiro si el destino así lo quiere…y es lo que yo quiero, no soporto más verlo así.

- ¿Cómo esta él?

- Cada día peor. Ya casi ni habla, es más, se pone furioso si le sacas el tema. Come como un pajarito y se la pasa encerrado en ese galponsucho oloroso todo el día.

- ¿Qué hace ahí?

- Y, dice que está trabajando.

- Pero, ¿no era que lo habían retirado por lo de…? Ya sabes, me da escalofríos decirlo.

- ¿Por lo de la amputación? Si. Y justamente ese es su problema. ¡El era tan activo!, el hecho de que de un día para el otro lo hayan sacado del campo no lo dejaba dormir. Estuvo semanas pensando como podría reintegrarse, y como sabe mucho de todas esas nuevas tecnologías que hay ahora (que por cierto yo no entiendo nada), se le ocurrió proponerles que lo tomaran para armar, reparar e inventar artefactos que necesiten y como no le es necesaria la pierna para hacerlo lo aceptaron y hace el trabajo desde casa. Eso por suerte le levantó mucho el ánimo, por lo tanto a mí también…puede sonar feo que lo diga, nunca se lo diría a él porque me mataría, pero prefiero que esté así y seguro bajo mí techo a que esté allí afuera prendido de la suerte. Obviamente que ese concierto horrendo puede llegar hasta aquí y no podría hacer nada contra ellos, pero por lo menos estaría a su lado.

- Y, la verdad que sí. Es una pena lo que le pasó, pero no hay mal que por bien no venga.

- ¡Exacto! Pero no le vayas a decir eso a él ¡que te manda al quinto infierno! No te das una idea como se puso cuando le dije que deberíamos hacer como mi pueblo natal que se mantiene al margen… ¡Pegó el grito en el cielo llenándose la boca de que ese es un pensamiento cobarde y traidor! Está tan obsesionado con este asunto…Come y duerme en ese galpón, casi ni lo veo. Solo sale algunos días durante la semana, sin decir nada prende el auto y toma rumbo a la ciudad de las luces.

- ¿Hasta allá se va?, ¡Queda a 142 Km. de aquí!

- Una vez le pregunté a que iba allí tan tarde y me contestó que va a pasear por el Sena y desde ahí se sienta a ver la Torre. Que le hace bien…

- Yo no entiendo que atractivo le encuentran a ese cono de hierro. Además teniendo aquí, a un par de cuadras, la catedral que es tan hermosa, ¡Incomparable!

- Lo mismo digo. Igualmente no creo lo que me dice. Cada vez que vuelve en la madrugada no tiene olor a río ni a cielo, si no a encierro, noche y cigarro. Además es imposible que tan solo un par de hierros puedan tener tanto encanto como para que todas las veces vuelva con el rostro iluminado, como relajado. Es más, las noches que por alguna razón no va, al otro día no lo oigo trabajar, ¡y es imposible no escuchar todo el lío que hace cuando trabaja! Es como si se deprimiera. Ayer por ejemplo no salió, y no trabajó en toda la mañana

- Bueno, sea lo que sea que vaya a ver, mientras que le haga bien…

- Si, ya sé, me alegro por él. Hace un par de horas salió para allá, nunca había ido de día, pero tiene que ir porque la semana pasada terminó de perfeccionar un radio-telegrama que les va a ser muy útil para recibir mensajes secretos del enemigo y poder coactar sus planes. Al parecer fue a recibir un premio por ello.

- ¡Que bueno!, si lo van a honrar debe ser algo importante, ¡tal vez pase a la historia!

- ¡Puede ser!, yo se que el tiene un gran potencial adentro, y el accidente de su pierna no le va a impedir progresar. ¿Más té?

- Por favor.

- Agarra galletas, como en tu casa... ¿No oís algo? Creo que es el auto, tal vez ya está de vuelta, a ver…

De pronto estaba en casa. Manejé 142 Km. de París a Raims y no recuerdo ningún tramo del viaje.

Cuando llegue vi que mi nona Leca se asomaba por la ventana…seguramente estaba ansiosa por saber de mi premio… y mi premio es la daga que tengo clavada en el corazón: un millón…no cualquier millón, si no el que ella iba a sacar del banco el día que la atraparon y la acusaron de traidora.

Entré en la casa y sin decir una palabra me fui directo al galpón.

Hoy eh recibido la noticia que me sacó de este mundo, me amargó. Todas las horas que había pasado allí trabajando para ayudar a acabar con esta guerra y de una vez por todas huir con mi amada y librarla de ese mundo oscuro, triste y solitario fue en vano, y lo que es peor, me jugo en contra. Yo iba a alejarte de esos hombres pervertidos, lujuriosos y malvados…ellos no te amaban, yo sí, y si embargo te maté. Con mi artefacto captaron ese mensaje secreto y te acusaron de traición, y ahora me premian con tu plata por haberte matado, amada mía.

Ya no van a haber noches de sábanas en aquel hotel frente a la Tour Eiffel, ya no va a haber whisky ni cigarro que pueda compartir contigo mientras que charlamos por horas, ni volveré a ver jamás tu rostro deslumbrante que tanta paz me daba, ya no nada. Así no puedo seguir…

-¿¡Y ese ruido!?

-¡Un disparo! Del galpón, ¡MI ÑIETO!

La nona Leca sale corriendo.


Fin.





Mariel L. Villamayor Güino

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